sábado, 12 de julio de 2008

CONTINUA LA FIESTA DE ILEGALIDAD . . . Rafael E. Jimenez

CONTINÚA LA FIESTA DE ILEGALIDAD
Por Rafael E. Jiménez Pérez.

El señor Rector, doctor Franklin García Fermín, ha anunciado reiteradamente que la UASD está operando con un déficit de 30 millones de pesos. Esa información no ha generado ninguna alarma entre los universitarios, talvez, porque resulta paradójico, que frente a una situación de esa naturaleza, las autoridades se hayan montado en un tren que avanza sin rumbo repartiendo los cargos no electivos en una fiesta marcada por la borrachera de ilegalidad y clientelismo.

Si es cierta la información ofrecida por el Rector, lo razonable y lógico aconseja para enfrentar esa grave situación, que el Consejo Universitario se declare en sesión permanente (que por cierto, sólo se ha reunido en dos ocasiones) y pronuncie un estado de austeridad que vaya acompañado de una evaluación profesional de cara a identificar las reales causas que han provocado el denominado déficit en la UASD. Pero en realidad no existe ningún interés por transparentar la grave denuncia y adoptar los correctivos institucionales.

El 22 de febrero de 2008 fue electo Rector el doctor Franklin García Fermín con el apoyo de grupos clientelistas, que lo único que exigieron fue la violación del artículo 130 del Estatuto Orgánico, que establece: Los cargos de Dirección académica, no electivos, y de naturaleza administrativa serán ocupados exclusivamente a través de concurso de oposición. Como consecuencia de esa asociación de grupos enemigos de la institucionalidad y legalidad universitaria, la UASD se encuentra sumergida en una profunda crisis que se caracteriza por los siguientes indicadores:

1. Un Rector, al igual que su antecesor, procura aumentar su currículo con improductivos viajes. Claro, para esa noble tarea no hay déficit.
2. Todos los cargos no electivos fueron repartidos en cuotas de asignación a los grupos que cambiaron votos por cargos para garantizar una victoria electoral al actual inquilino de la Rectoría.
3. Para complacer la vorágine clientelista de esos grupos, el señor Rector, en franca violación a la legalidad universitaria, se ha visto compelido a inventarse puestos de subdirectores, dividir estructuras administrativas, mantener salarios a antiguos funcionarios ilegales, así como el nombramiento de asesores, enlaces y otros cargos inorgánicos.
4. La vorágine es de tal magnitud que una de las pocas poses institucionales del Consejo Universitario, referido a la designación para el cargo de Vicesecretario General, que en ocasiones anteriores se había preferido a un funcionario o empleado administrativo, tal y como lo establece el artículo 45 del Estatuto Orgánico, en esta ocasión, la presión de uno de los grupos que apoyó al Rector, logró imponer a un docente, que por demás, se dice que está amparado en la extraña modalidad de jubilación a medio tiempo.
5. En la gestión del profesor Miguel Rosado, para reducir la representación estudiantil, se usó la excusa de que los alumnos se habían corrompido. Me gustaría que me dijeran cual calificativo se puede usar para las autoridades que compran los votos de delegados estudiantiles al Consejo Universitario a través de designaciones ilegales en el sistema administrativo de la academia.
6. Se ha designado de modo ilegal a personas que no tienen ninguna vinculación institucional con la academia, por el sólo hecho de pertenecer a fuentes de financiación y vinculación partidaria con las actuales autoridades.
7. Hay un grave problema financiero e institucional para que funcione el sistema de seguridad social de los servidores universitario. Que seguridad tenemos de que las autoridades sumergidas en ese mundo de ilegalidad velarán para el cumplimiento de la financiación en la protección de los servidores contra los riesgos de vejez, discapacidad, cesantía por edad avanzada, sobrevivencia, enfermedad, maternidad, infancia y riesgos laborales.

La crisis de la UASD es estructural y de profundo pronóstico reservado. El aludido déficit financiero es sólo un efecto de la gravedad del paciente. La causa principal de esa situación la viene provocando por más de veinte años la vorágine del clientelismo y la percepción corrompida de muchos universitarios. Otra situación sensible y que nos afecta a todos tiene que ver con la seguridad social. Esto es más grave que el supuesto déficit de 30 millones de pesos. Pues, toca nuestra propia existencia humana. El sistema de salud y de jubilaciones se encuentra en una pendiente sin salida clara e institucional. La mayoría de los servidores universitario no tienen la menor idea de la gravedad de ese tema.

Del sistema de seguridad social que debemos tener los UASDIANOS, el punto de la cotidianidad se reduce al tema de la salud. He ahí donde se produce la mayor cantidad de reclamaciones. Pues, por más de veinte años, las autoridades no han respetado ese reglón y nos han dejado sin protección de modo reiterativo. Y esa continúa siendo la misma conducta con nuestra ARS. En nombre de un déficit que no se paraliza para nombrar personeros ilegales en puestos no electivos, los Rectores han preferido tomar nuestros aportes y de la propia academia para fines que no tienen nada que ver con nuestra salud. Y en esa acción han contado siempre con el respaldo de los Vicerrectores, Decanos y otros funcionarios que han llegado a esas funciones gracias a los votos que obtienen con el reparto ilegal de cargos. En eso están unidos en la acción y en los fines. Todos practican el clientelismo.

Precisamente en nombre del clientelismo se mantienen en los puestos y desarrollan complicidades severas en contra de la institucionalidad de la academia, tal y como acontece con el denominado Proyecto de Automatización de la UASD, asignado a la empresa SINERGIT, S.A., sin concurso de oposición público, cuyos resultados han sido un verdadero desastre. Esa empresa ha demostrado que no ha sido ni eficiente ni eficaz para cumplir con sus compromisos tecnológicos. Pero parece que a ninguna autoridad le preocupa ni su deficiencia ni su ineficacia, como tampoco que ese proyecto tenga una inversión de más de 16 millones de dólares. Pero además no le preocupa a los voceros del déficit de 30 millones de pesos, ya que de los 16 millones de dólares, la UASD tiene que aportar la suma de 2 millones 685 mil 416 con 06 centavos y pagar el préstamo al Banco de Tierra de Taiwán de 14 millones de dólares.

Valoro que los servidores universitarios que no estamos atrapados en la corrupta práctica del clientelismo, debemos aunar nuestros esfuerzos de cara a crear un fuerte movimiento académico que exija al Consejo Universitario tomar el camino de la legalidad e institucionalidad universitaria a fin de avanzar hacia la formulación de un proyecto que priorice la auténtica modernización y fortalecimiento institucional de la UASD.

Ese proceso de legalidad e institucional de la UASD debe garantizar a los servidores de la academia la aplicación del sistema de seguridad social en el marco de la Ley 87-01, así como un aumento salarial equitativo que dé respuesta satisfactoria a la situación de inflación que afecta a la República Dominicana en el marco de la crisis mundial de alimentos provocados por la especulación de los países productores de petróleo y la descabellada política exterior norteamericana. 14/6/08.-
Esta publicacion es cortesia del Prof. Jimenez

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